Entrevista Daniela Elias Guillen

1. ¿Cómo llegaste a ser una Emprendedora Creativa y cómo te autodefines desde tu perspectiva?

   Los artistas nacemos con un gen emprendedor muy potente, este gen, en el ecosistema creativo boliviano, se hace aún más evidente, porque sí o sí, como creador, tienes que encontrar la forma de que las cosas te funcionen, si no la misma dinámica del contexto te va dejando atrás. Por otra parte, desde niña siempre me gustó todo lo relacionado al mundo artístico y andaba pintando y diseñando cosas, esto se traduciría años más tarde en que yo me convierta en Artista Visual. En perspectiva, el mismo hecho de tener la pulsión interna de ser artista me ha convertido automáticamente en emprendedora creativa.

2. Conocemos que has realizado una serie de emprendimientos sociales como también promoviendo emprendimientos de impacto, ¿nos puedes comentar dos de ellos que hayan marcado algo en tu vida?

   Si bien todos los proyectos que realizo son parte de mi aprendizaje, podría mencionar como un punto de partida, mi primer taller de arte. Para este proyecto, recuerdo que nos habíamos asociado 8 amigos inicialmente, que amábamos el arte y necesitábamos un taller donde poder crear libremente fuera de nuestras casas. Al final, luego de tres años, solo quedamos 4 chicas que teníamos que mantener el lugar y para esto decidimos abrirlo al público como showroom, esto dio pie a que en La Paz se empezara a gestar un ecosistema de diseñadores emergentes que ahora tienen grandes marcas. Acá aprendí que si uno quiere algo se las tiene que ingeniar, porque nadie más te lo va a hacer. El segundo emprendimiento que me marcó fue cuando una amiga, también emprendedora, Daniela Aguayo, me propuso crear un proyecto artístico para darle vida a una de las calles de su barrio en La Paz. En ese tiempo yo vivía en Buenos Aires, desde allí y a la distancia nos pusimos manos a la obra para crear un reto de pintar una pared de 40 metros de largo en 9 horas con 50 vecinos, porque yo solo podía venir a Bolivia por unos días, no podía dejar mi trabajo más tiempo. El proyecto fue tan impactante que, cuando los de la alcaldía de La Paz se enteraron de nuestra locura, decidieron ayudarnos y mandaron a gente para hacer arreglos en toda la zona, plantando arbolitos y mejoraron las calles. Luego hicieron un video del proceso y lo mostraron en los buses Puma Katari. Acá pude ver cómo la gente que no se dedica al arte, se emociona y quiere ser parte de proyectos creativos que ayuden a los demás, ahí fue que dije, hay que seguir explorando este mundo de proyectos colaborativos.

3. Hoy en día ¿qué actividades realizas y qué tipo de productos desarrollas como emprendedora?

   Hoy en día me dedico de forma paralela a enseñar lo que sé hacer, soy profesora de arte en el colegio Santa Cruz International School y también estoy en proceso de creación de mi nueva colección de arte que la voy a presentar el 7 de julio en la Casa Melchor Pinto, uno de los lugares más importantes de Santa Cruz en la escena artística. Para este proyecto estoy conformando un equipo de talentosos artistas, músicos y curadores que van a colaborar conmigo para la ejecución de lo que yo llamo instalación pictórica - ambientación 360 °.

4. ¿El ecosistema boliviano emprendedor a tu criterio puede crecer? ¿Y en qué?

   El ecosistema boliviano creativo emprendedor está creciendo, se está expandiendo, lo cual a su vez significa que cada vez hay mejores propuestas y de mucha más calidad, hablando de diseño, música, arte, arquitectura. Aunque todavía hay una gran tendencia a copiar a lo que hay afuera del país, de a poco se van viendo propuestas que, si bien tienen influencia de otros lados del mundo la autenticidad y personalidad de sus emprendimientos los hacen únicos y con una calidad de competencia internacional. En lo que hay que crecer más como artistas y creadores es en el ámbito legal. Tenemos que movernos para crear más leyes que se tomen en serio y se respeten para impulsar la industria creativa nacional, esto puede traer muchos beneficios, no solo a los artistas sino a todos los bolivianos.

5. Los jóvenes hoy en día tienen una facilidad de utilizar la tecnología y muchas veces dejan de lado muchas otras habilidades, ¿cómo sobrellevamos eso y qué te ayudó a complementar ambas cosas?
   (artes plásticas – tecnología)

   La tecnología tiene que ser una herramienta útil para hacer crecer nuestros emprendimientos, tiene que ser la tercera pata de nuestra mesa, pero no puede ser la mesa en sí. Con esto quiero decir que es importante prestar atención a lo que pasa en el mundo virtual, cómo se maneja la competencia, qué cosas se están haciendo en nuestra área en distintas partes del mundo, pero definitivamente esto no debería condicionar cómo creamos y por qué creamos. La creación es una pulsión del alma y mientras más en contacto esté el creador con esa pulsión más orgánica, natural y auténtica será su creación. A mí, la tecnología me encanta en todos sus ámbitos, pero me ha ayudado mucho entender eso, que es una herramienta más a disposición del ser humano y que el balance entre ambas cosas en un diálogo que uno mismo va creando.

6. ¿Qué mensaje le puedes dar a los jóvenes emprendedores de Bolivia?

   Hay tres cosas que considero que son súper importantes para los emprendedores bolivianos de cualquier área. La primera y la más importante es que hay que aprender a leer el contexto de dónde estamos accionando, para esto sirve mucho conocer la historia del país, del lugar específico, comunicarse con la gente. Luego tener plasticidad mental, es decir, saber adaptarse a los cambios y finalmente, pero no menos importante, elegir quisquillosamente a quienes van a conformar parte de nuestro equipo. Estas tres cosas, creo que se aplican a la vida misma también.

Daniela Elias Guillén